Revista Laredo
Aquella juventud de 1973, hoy se ha reencontrado otra vez, como ayer, para alzar y brillar la pluma, ya demostrada en El Amauta Orrego y Chopitea. Hoy con el nombre de Laredo, tan significativo para renovarnos, defender su entorno y seguir cantando a la libertad, cuya melodía inicial partió del pecho humilde y sencillo de viejos trabajadores, que pagaron con su vida tan hermoso himno, en señal que la historia debe seguir. La cultura, concientización, riqueza material y espiritual, jamás debe ser ajena al ser humano, le ayuda a conocerse a sí mismo, le ayuda a involucrarse en su problemática y le ayuda a mejorar su estilo de vida, extendiendo generosamente su mano y reflexión a quienes por razones de la vida, son indiferentes y ven con lejanía la ayuda social. Ya Henry Ford en la cincuentena de la vida; de pronto descubrió que el dinero ya no le daba felicidad, se sentía solo. Empezó a confraternizar y a compartir, y revivió nuevamente. Porque muy cierto es, cuando el Señor