Los sesenta y tres años de El Coronel…
“Por sus novelas y cuentos, donde lo fantástico y lo real se funden en la compleja riqueza de un universo poético que refleja la vida y conflictos de un continente”. ACADEMIA SUECA Pasarán nuevos años. El dormitorio siempre será demasiado estrecho para la respiración de la esposa vieja y asmática del Coronel. Agustín, el hijo difunto a quien le apasionaba la armónica continuará mirando al gallo alimentado por la pobreza de sus padres. En el recuerdo quedará el honor y la gloria de una guerra, cuyo tributo será la pensión ilusoria de todos los viernes, durante muchos calendarios. Don Sabas, ostentoso y deshonrado, además rico y orgulloso, exhibirá sus bienes materiales, no del buen trabajo son adquirido por malas artes, escudándose en la burocracia de su país. Puntualmente el Coronel acudirá al correo, en medio de la agonía para ver si el fin de semana le trae la esperanza y salvación, también para leer las noticias junto al médico las informaciones prohibidas por la dictadura militar