Violencia y Esperanza

Los siete cuentos de "El Bagre Partido" de Antonio Salinas (+), subyugan y estremecen por su ficción original, técnica depurada y alta expresión estilística, cuyo discurso heteroglósico (combina lenguaje popular, coloquialismo y otras voces) refleja la violencia social y política, la injusticia abusiva y la sentida migración.
También revive el amor vedado, la moderna represión y cuestiona la libertad personal de los artistas, dentro de un estado descompuesto, caduco e inhumano, propio de un modo de producción capitalista en interpretación dialéctica o de "la bestia capitalista" al decir de la doctrina espiritual Alfa y Omega (Radio Cielo AM, primera semana de noviembre 2013). Sin embargo se  percibe en los personajes un halo de esperanza hacia una sociedad positiva.
En la narración que da nombre al texto, la Irenita era una pequeña embarcación sumergida en el río Amazonas, trasladaba drogas y a personas nacionales y extranjeras que anhelaban mejor vida no obstante de pasar miedo, dolor, hambre y desesperación.
Una muestra de la violencia es la ocurrida en el país vecino del sur en la década del setenta del siglo anterior, la persecución a los socialistas de Salvador Allende. “Llegó a Chile en octubre de 1973. Golpe de estado. Presidente asesinado. Estadios repletos de detenidos. Cámaras, mazmorras y gritos de tortura” (p. 136).
Y en una clara alusión al inmortal Víctor Jara, quien eternizó: venceremos, venceremos, mil cadenas habrá que romper, se dice ”Le cortaron la mano porque trocaba guitarra. Franz subió al cerro San Cristóbal y de allí vio a un Santiago brumoso, triste  -I Didn’t understand what people cred, el río Mapocho sangriento, flotaban cadáveres, parecían cachalotes acribillados” (p. 136)
Para Ortega (1981:398), citado por el docente universitario y crítico Segundo Castro García “la práctica de la violencia requiere necesariamente del cuerpo como el lugar donde se reproduce esa práctica pero también donde se genera su crítica y cuestionamiento” (p. 15).
Es decir la violencia se engendra en la misma nación, en las relaciones personales, sociales, políticas y culturales, aunque se simule desterrarla, como a un mal necesario se acude a ella, pretextando el respeto al status quo o al establimesht, defensa del orden interno, apareciendo un opresor y un oprimido.
El libro se abre con “Rosenda”, que interpreta la libertad  personal de los artistas, los defectos de la aristocracia representada en una madre loca, un padre empresario y homosexual, consumidores de drogas y alcohol. “Los de la Línea 25”, enfoca la inseguridad ciudadana, violencia y su consecuencia el caos. “Los ataúdes de mi padre”, transmite la injusticia social, reivindicación laboral y la migración, cautiva por su fina sensibilidad y real ternura.
“Los Eternos”, habla de un amor permanente y nunca olvidado. “Teresa, los Sánchez y el último domingo”, se preocupa de la injusticia y de proclamar un status más favorable. “Los Diablos de Huanca”, cifra la represión injustificada, infidelidad y amor vedado, presenta acercamientos antropológicos de los mitos y leyendas.
El tema mayor en el volumen es la violencia, tratada en la nación por diversos autores “y por las diversas generaciones de escritores, desde el cincuenta a la del dos mil”, afirma el investigador Paolo de Lima (Obra Reunida, Homenaje a Marco Martos, Biblioteca del Mar, Ed. Academia Peruana de la Lengua y San Marcos, Lima 2012)
Uno de los creadores más cercanos que toca la violencia es el reconocido Oscar Colchado Lucio mediante La Casa del cerro “El Pino”, cuento ganador del concurso Juan Rulfo 2002- Francia, conforme leemos en la revista  literaria Ars Verba, Huaraz 2003.
Muy pequeño, Antonio Salinas vivió en Chimbote en el barrio Progreso, quedando impresionado por la vivencia de los siderúrgicos y la historia del Puente Gálvez. Corregía ardorosamente y en  amplitud, pulía hasta el agotamiento final, parecido al vate laredino José Watanabe, quien decantaba hasta la conmoción y las lágrimas; son ejemplos a seguir para alcanzar la perfección literaria.
“El Bagre Partido”, Ed. Ornitorrinco, Lima 2013) de Antonio Salinas (José Antonio Palacios Salinas, Lima 1944-París 1977) se editó por primera vez en 1985 y ha sido reeditado 25 años después y presentado el mes pasado en  la Feria del Libro de Nuevo Chimbote ante un selecto público.
Mantiene la frescura y pulcritud de obra acabada, de un clásico; sus personajes son dotados muy bien sicológicamente y se refieren a problemas sociales vitales que los humanos no pueden solucionar pero que mantienen un aroma de esperanza y transformación en la nave del cambio hasta levantar la bandera victoriosa del pan, la belleza y la libertad.
                                                 
     
  

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