Amor, familia y Dios
Igual a don Alejandro Benavides, quien cantó: Marian te fuiste/ y una ola enorme en mi interior/ se bate herida como un ave sin retorno/. O como Rogelio Gallardo: enamorado de alma pura/ voy camino del amor soñándote/pues veo en tus ojos la dulzura/ y una estrella de amor iluminándote/.
David Ramírez León (Laredo 1961) es un artista plástico que se gana la vida diseñando figuras surrealistas para adornar las máquinas de los mototaxistas del pueblo; pero también es un poeta que canta al amor, es un aeda de sentimiento vivo y amor profundo. En su libro Poesía en Vivo (Amigo Editores, Laredo 2019), canta a ese afecto universal y sublime.
Al amor que tributaron los grandes: Bécquer, Nervo, Neruda; junto a los liberteños Rogelio Gallardo, Alejandro Benavides Roldán, y otros hermanos que perennizaron el afecto grande a través de sus versos; letras sentidas, amadas, nostálgicas y eternas. Palabras convocadas, palpitantes en cada hálito del corazón.
Nuestro vate ama a la mujer, enamorada y compañera, tornándose en una intensidad sublime, venciendo promesas y deseándola libremente, en una entrega romántica sin ocultamientos o situaciones vedadas. Dice: Día a día contemplé tu hermosura/sin ropa en la cama caliente/felices/ besando tu belleza y fantasía/ sello de corazón sincero/.
Esa es su grandeza y satisfacción personal, las ataduras los moldes falsos no existen ante un amor verdadero. Escribe: nuestras fantasías/ en la calle vivimos/ por el bosque/ del pesebre del patrón/ junto a la acequia cerca al hospital/ nuestro amor puro y de pasión loca/ es sello de nuestro corazón sincero/ de almas nobles y amantes.
Otro tema es la familia: los hermanos, la madre y el padre, también figuran en el cariño del autor, y los recuerda con el corazón encendido; jamás pueden desaparecer aquellos momentos tan alegres, placenteros y llenos de vida. Y junto a ellos están los amigos cercanos, los considerados y que son ejemplos para el pueblo y la sociedad.
La autora de sus días es “de amor adolescente y sincero/ con el aventurero de los fierros y los carros/ con el mejor/ y amado hombre del mundo/”. Mientras que el padre, figura como” alegre y de buen humor/tus ocurrencias/ gozamos incesantes/ y a menudo. Afecto que se repite de generación en generación y hasta que dure la vida.
Canta asimismo, a la riqueza histórica de su tierra natal, aquellas zonas arqueológicas y muestras culturales, que estimulan el crecimiento y desarrollo personal y social. Loa al pueblo que lo vio nacer: Laredo, tan grande en hazañas reivindicativas, laborales y luchas férreas por la libertad tan inherente en el ser humano.
Y como debe ser, de todo buen creyente, se inclina ante el poder infinito de Dios y su fe trascendental. Dios es el creador de la vida y el universo. Es el Padre que con su manto sagrado cubre y limpia del pecado y error a quienes depositan su fe y afecto, para verse libre y quedar expedito para el reino del Altísimo.
Nuestra adhesión a David Ramírez León en el parnaso de la escritura bella. Es uno de los nuevos poetas de Laredo, a crecer con el tiempo, trabajando férreamente con la palabra y amando la lectura, tan esencial para la inspiración. Y muchas gracias por mencionarme como maestro y leyenda de las letras y cultura de la ciudad dulce.
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