SALPO: amor y recuerdo familiar
El texto poético, Huellas y querencias (ed. del autor, Trujillo 2021) del maestro universitario Saniel Lozano Alvarado, alarga la fe e intensifica el amor y recuerdo familiar. Las ansias se transportan al ande colorido de Salpo, al inicial canto humano y de los de los primeros pasos, creciendo y dejando huella académica en Chimbote, Trujillo y el país.
La fe, la
certeza y creencia en lo que no se ve (Hebreos 11), se ratifica en la luz intensa y clara de mamá
Meshe, la matrona del pueblo y a quien se la venera para que proteja al poblado.
Y junto a la fe, el afecto intenso a la
madre, padre y hermanos, la añoranza a la candidez del enamoramiento y la
humildad del hogar, aquella casa techo de paja pero feliz.
La escritura
es una unción viva para regresar a los cariños viejos y a la tierra y polvo,
que uno pisa y respira, como decía Carlos Fuentes. Uno se sumerge cabal y
definitivo...” al conjuro del amor a la tierra donde broté a la vida/ y a la
cual quiero volver un día para siempre, siempre…/amor de aldea, corazón de
pueblo. (Corazón de pueblo, pág. 13).
Hemos
llorado para dentro, como los gauchos, solía decir el maestro pintor Erasmo
Sotero Porras (+), cuando la nostalgia sacudía el alma, cuando la remembranza
corroía el alba de vida, cuando la soledad nos abruma, cuando la esperanza
semeja un puerto lejano, inalcanzable. Y eso representa ALBUM DE FAMILIA, tan
conmovedor, el capítulo final el libro.
Y el autor, venera
la comarca y también a la autora de sus días: Luz María Alvarado Robles. Y la
dulcifica “En el cálido nido de tus manos juntas, tiernos y amorosos se cobijan/
los recuerdos de niñez/ en los juegos de ronda” en el trajín de los caminos,/
en el aroma de los eucaliptos/ en la
sinfonía de trinos… “(Mi madre entre las
sombras, pág. 83).
Asimismo, el
respeto al tutor, su añoranza para consolarse y vencer la soledad, recuperar la
integridad para nuevas andanzas. “Padre: hoy, que sufro la amargura de tu ausencia,
me llega tu voz, tu corazón, los rostros y sabores de la vida, tu humanidad que
no se rinde… quiero llenarme de tu palabra, toda sabiduría y paciencia,…”
(Ausencia, pág. 85).
Tributa, a
los hermanos con corazón dolido y llamado de unidad, alguna hermana ya en el
cielo. Pinturas detenidas en el tiempo, para amarlas y mirarlas con el pecho y
los ojos; también, la explicación bondadosa de la naturaleza y sus amadas aves.
Los abrazos a la mascota cobijada en los pasos pequeños. La hermosa portada del
libro es de Marco Valencia.
Viejos y
sabios escritores entran al portal de la niñez, el liberteño Dr. Saniel Lozano
Alvarado y el piurano, maestro sanmarquino Marco Martos con “Piura, espejismo
de eternidad”, en la que bucea su infancia feliz en la cálida tierra norteña.
La mejor lección es leer o releer estas sentencias que avivan el espíritu y dan
ganas sinceras de vivir o de volver a vivir.
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