PALMA, racista y oportunista



Un estudio serio y documentado que revela el otro yo de Ricardo Palma: repetidor de tradiciones, cambiando fechas y circunstancias; racista y vengador de sus opositores; y oportunista, para sacar provecho personal ante los Presidentes de  la nación de aquella  época, ha elaborado el investigador Julio Díaz Falconí (Nazca 1932, acaba de fallecer).

El libro se titula “Los Padrinazgos de Ricardo Palma” (Papel de Viento Editores, 177 pp. Trujillo 2008). El autor es especialista en la obra del tradicionista, ha consultado más de 80 fuentes, consolidando el trabajo en 124 acercamientos que indaga biografía, producción y vivencias, (incluidas las licenciosas), dentro y fuera del país.

En el proceso eleccionario presidencial de 1849-51, el general Vivanco perdió ante el general José Rufino Echenique, quien lapidó el tesoro del guano. Palma colaboró en el diario echeniquista El Intérprete del Pueblo, había sido liberal desde 1848, se adhirió al proyecto conservador de Vivanco por conveniencia política del momento y no por convicción doctrinaria. Mientras duró el comicio, colaboró con el diario vivanquista El Correo Peruano, lo que demuestra su inconsecuencia. O sea que no se hace problemas,  juega a ganador.

Uno de sus apoyadores o padrinazgos fue Miguel del Carpio y Melgar, arequipeño trasladado a Lima en 1815, jurisconsulto y ministro en 1842; Palma lo recuerda en “La Bohemia de mi Tiempo”…Poseía un corazón de oro para amar a los poetas. Su casa, su mesa sibarítica, sus libros, su influencia y sospecho que hasta sus bolsillo, eran nuestros… (pág. 40).

Para que su producción parezca actual y reciente, la cambiaba de fecha, así “La Querida del Pirata” (1855 ) y Consolación (1851), son las que aparecieron en Correo de Ultramar (1859). A ambas y por separado, dice el autor, Palma los dató en 1859, el año en que vieron la luz en Correo de Ultramar. Hizo trampa. A la segunda la cambió de data tres veces para que pareciera inédita.

El escritor de Tradiciones Peruanas, estuvo en Londres, París, Venecia, Bruselas (1864) y Valparaíso (1860-62) y conoció muchas mujeres; pero ninguna como la chiclayana… Y a mis horas de asaltador, con fortuna no siempre adversa de plazas femeniles (pág. 77). Con el seudónimo de Campana, cuestionaba a quien no le caía en gracia, como a un fiscal, al ejecutivo y sobre un legislador arequipeño, Francisco García Calderón, escribía … Además de su hidalguía/tiene otras prendas que callo/y sólo una falta le hallo/ ¿Cuál? Su falta de energía (pág.77).

Fue solicitado para que refuerce con temas de actualidad, al diario La Nación de Argentina. Palma se abstuvo de fotografiar la realidad. Díaz Falconí, sostiene que Palma tenía rabo de paja. En política había sido tránsfuga, un oportunista y un tronchista. Sus enemigos recordaban las prebendas que había recibido de Echenique y de Pezet. Recordaban la vida libertina que había levado en París (1864). Recordaban que había sido áulico de Echenique y de Balta (…) Recordaban la actuación que había tenido cuando fue senador por Loreto (1868-72).

El racismo se aprecia en la carta a Piérola el 8 de febrero de 1881,  …” la mayoría del Perú lo forma una raza abyecta y degradada, que Ud. Quiso dignificar y ennoblecer. El indio no tiene sentimiento de la patria, es enemigo neto del blanco y del hombre de la costa…”. Como este hay otros acontecimientos de la conducta zigzagueante de Palma.

El autor de Tradiciones Peruanas, nació el 7 de febrero de 1833 y falleció pobre el 6 de octubre de 1919, escribió 559 tradiciones, entre 1851 y 1917. “Los Padrinazgos de Ricardo Palma” es un libro novedoso y polémico, que abre, después de mucho tiempo, un nuevo capítulo en la vida y obra de Ricardo Palma, remonta a su origen negro, ocultado por una élite decadente y evoca sus actos licenciosos, que se revalidará con la entrega de otros aportes para tener un real conocimiento de este intelectual peruano

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