Manos Vivas, manos para amar




El Voluntariado, todavía desconocido en el valle azucarero, ha nacido para dar y amar, contribuir espontáneamente a mejorar el medio ambiente, identificarse con las instituciones educativas del centro y anexos; Laredo ha dado el primer paso seguro en la construcción de un destino mejor, espiritual y material. Superar carencias y conseguir mejor calidad de vida, como reza el dicho sabio: enseñando a pescar y no a comer pescado.
MANOS VIVAS se llama la organización y su lema es muy sugerente: ”Listos para dar”, que convoca la fina sensibilidad humana, la integración social, el afecto universal cristalino y la consideración superior a nuestros congéneres; lo integran más de sesenta personas, servidores de Empresa Agroindustrial Laredo, quienes sacrifican su descanso para adherirse y hermanarse a los demás, llenando vacíos, que por azares de la vida, tienen lugar en esta existencia a veces  de formas vanas y estériles.
Se trata de cumplir aquel pensamiento “de menos humanos a más humanos”, como propone el estudioso Javier Iguiñez, que encierra toda una realidad, todo un análisis paciente y mesurado de lo que significa nuestra presencia en la tierra. Es decir, recuperar y reivindicar las potencialidades, transformándonos en seres verdaderos de dar y compartir, alcanzando nuestra condición plena y lúcida de seres humanos en los diferentes estadíos que nos toca vivir. Asumir la plenitud de ser un verdadero hermano con los demás.

En el reciente lanzamiento, el gerente de recursos humanos de Agro industrial Laredo, Ing. Víctor Espinoza Aranda, ratificó las acciones de responsabilidad social y el acercamiento con la población a través de sus organizaciones, gracias a la comprensión y compromiso del  gerente  general, Juan Jaramillo, merced al apoyo de la administración central colombiana. La empresa siempre ha estado presente en la educación, salud, deporte y recreación del poblado, pues tiene principios y valores que buscan la prosperidad y desarrollo de la comunidad, relevó Espinoza Aranda. Felicitó a los voluntarios e instó a cultivar el trabajo compartido, creativo y edificante, que une y hermana más.
Ardua tarea espera al área de Responsabilidad Social y Comunicaciones, en la jefatura de Pierángela Piloto; ahí están prestos los voluntarios de la tierra  del vate Josè Watanabe Varas, para iniciar sus labores con la siembra de plantas  autóctonas de la zona y acondicionar sus aulas y lozas deportivas, ya en Jesús y María, anexo de Laredo como en otras escuelas de primaria. Larga vida a Manos Vivas, y que sigan flameando la bandera de la paz, hermandad y responsabilidad social, no solamente en las minas sino también en las empresas azucareras.


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