Oratoria y Declamación



                                                                                                                                 
                                                                                                                                                                                                     
Imaginábamos vivir una sociedad ideal, cubierta de valores, justicia, buena educación y con el cielo estrellado de felicidad, bajo la música sublime, que transporta a la concentración alfa, la bella ejecución de Clayderman. Pensábamos, que estos jovencitos debieran ser el Congreso, para dar leyes en que los pobres de ilusión y esperanza tengan también un pedacito de pan como decía César Vallejo, el escritor peruano y universal.

Ya estábamos involucrados en este nuevo y hermoso nivel de vida satisfactorio, no queríamos bajar de esta nube fantástica y colmadora; pero tuvimos que regresar a la realidad. Se trataba del Octavo Concurso de Oratoria y Declamación, organizado por la institución Jesús y María de Laredo, en el marco de su décimo octavo aniversario. Estos amantes del arte del buen decir, se proyectaron con temas relacionados al valor de la vida, problemas de convivencia, bulling, discípulos y misiones, el sida, clonación, violencia física y sicológica, respeto y amor a la naturaleza, fantasía, opresores y oprimidos, igualdad, fraternidad, y libertad, pandillas juveniles, embarazo y terrorismo,democracia,entre otros importantes tópicos.

Fueron distinguidos en el primer nivel (primero de secundaria),César Tirado Cotrina del José Olaya Balandra, con el tema “La Química”, sustentando que todo es química, el papel en el que escribimos, la tierra en que pisamos, el aire que respiramos, y todo lo que miremos es química, por lo tanto, había que prestarle mayor interés e importancia en nuestra existencia. El segundo lugar fue para Marino Gómez de la GUE, quien enfocó Discípulos y Misiones, de ambientación cristiana. En tercer puesto se ubicó Leonardo Ruidíaz del Seminario.
En segunda categoría (segundo al cuarto secundaria), se alzó Tania Cáceres Aguirre, hablando de los Jóvenes y Juventud, reflexionando sobre el papel responsable y gran rol que tienen los jóvenes ante la sociedad, familia y Estado. El lugar segundo correspondió a Elizabeth Monzón del Jesús y María de Laredo; enfocó Los Jóvenes y las Adicciones; rechazando todo vicio o defecto que impide la plena realización de los jóvenes ante el mundo. El tercero fue empatado por Marinés Ramírez (Santa Rosa) y Gloria Sosa del Cristiano Eliot.

En categoría C, (Quinto secundaria), en final emotivo, impresionante, el galardón fue para Ximena Arzani del Hermanos Blanco, quien meditó sobre la Discriminación Lingüística, cuestionando a la estudiosa Martha Hildebrandt y al periodista Aldo Mariátegui, por sus ideas sesgadas y mezquinas respecto a una congresista andina y quechua hablante, que nada tenía que hacer en el parlamento. Wendy Díaz Buitrón del Antenor Orrego y Alex Hashizume del Jan Komensky, ocuparon los otros lugares.

En Declamación, (categoría A), destacó Sergio Yataco del Ingeniería, interpretando “Porqué no tomo más”, mostró destreza, buena marcación  actoral y total interiorización del personaje, que motivó lágrimas de los asistentes; el argumento relata el apego al alcohol solamente para ver en su imaginación a la autora de sus días. Compartió honores con Carolina Morán  del Perpetuo Socorro, quien recitó Los Motivos del Lobo, composición larga muy bien vivida, con soltura y prestancia, ganando el reconocimiento del público.

Fue ardua la tarea calificativa del jurado conformada por el Dr. Carlos Ortecho;  Ing. Joel Llerena; Prof. Enrique Flores y Lic. Juan Castro García, que en dos oportunidades  coincidieron en empate de los estudiantes antes mencionados; se confeccionó un acta adicional, en el que se comparte el primer puesto. En el nivel B, ganó Tania Pérez Díaz del Perpetuo Socorro, exponiendo El Matricida, biografía de un hombre que asesina a su madre, por razones de salud y para no verla sufrir más. 

El segundo lugar fue para Franco Llanos Olivares de la institución anfitriona, con el clásico Los  Motivos del Lobo, poema que trata de la redención del ser humano, del amor, comprensión  y la solidaridad eterna. Merecen consideración Lucía Vargas con Agua tata, agua mama, que pone en tapete el papel humano de los médicos, que algunas veces son identificados por su conducta meramente mercantil, económica y no presta para socorrer al indigente. Y  Fernanda Vera del Marcelino Champagnat, quien se acercó al tema andino con La Tristeza del Inca .

César Vallejo revivió y fue declamado su Pan Nuestro a cargo de Miguel Guerra del San Juan, obteniendo el máximo lugar, tema profundo que abarca el sufrimiento y la unión de los hombres del mundo. Lo secundaron Walter Estela del Perpetuo Socorro, con los Nueve Monstruos, también de Vallejo, que se refiere a la carencia de salud y de lo más elemental para los humanos, acuñándose la frase Hay Hermanos Muchísimo Que Hacer. Y Wendy Díaz Buitrón del Antenor Orrego de Laredo,  con Mater Admirable, un pensamiento hondo sobre la mujer hija, trabajadora y madre. Fue una hermosa fiesta de la palabra y declamación.

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