Voces del ayer



Luego de una ausencia marchita, escuchamos la voz, audible, sonora y madura de don Alejandro Valverde Acuña, alterna en los micro noticieros del Gobierno Regional, y dirige Somos Conductores, un programa musical de variados géneros e información sociocultural, a través de La Grande. Su reino empezó en 1968, y se prolongó cuatro lustros, gerenció Radio Primavera en el imperio de la amplitud modulada y editaba el matutino Hoy; era inconfundible su timbre de voz, daba la tonalidad oportuna a la lectura de la noticia, y los matices se extendían hasta la emisión de opinión, que los vestía completamente de emoción, brillo y calidad.

Entonces, la estación cobijaba a la dulce Consuelito Chávez, la carismática María Esther Pérez, los deportes tenían  nombres propios como Clarín Deportivo con Samuel Cabrera Arqueros (+), por sus juicios reales y visionarios; Sucesos Deportivos, integrada por los docentes Segundo Ortiz Bocanegra (+), Fredy Gálvez Delgado y el mocherito Teodoro Sánchez Rosales. Y trajinando toda su vida entre automóviles y balones, don Paco Cépeda Mostacero, con voz llamativa y alta.

En otras emisoras, radio Libertad, sigue liderando el Dr. Carlos Burméster con La Voz de la Calle; en La Hora, ascendían por la escalera de la consagración, Guillermo Borjas Paredes, Sabino Centeno, Leonardo Palma,  Paco Suarez (+),Róger Ortiz Muñoz. En Sudamericana, después Nacional, el señor Odría hablaba ideas favorables a la reivindicación popular, destacó también Américo Sánchez Mimbela, entre otra buena gente,convertida hoy en empresarios, como siguiendo la lucha de la supervivencia.

La Radio se originó con un fin útil y cultural, para "cumplir una educación de función popular, sin perder su característica de industria recreativa e informativa, contribuyendo a la moralización de las costumbres y a la difusión de las informaciones científicas y culturales", se lee en Introducción a la Historia de Los Medios de Comunicación en el Perú de Juan Gargurevich, (Lima 1977).

Es un medio muy personal, motivador por su cercanía al auditorio, "La naturaleza de la individualización de la radio hace que posea una calidad íntima de tú a tú, que la mayoría de otros medios de comunicación no tienen. Es muy selectivo y por lo tanto, dirigida a los gustos individuales de los radioescuchas, se convierte en un constante compañero fuera del hogar", advierte Thomas Russel y Ronal Lane en Manual de Publicidad, (1993)

Exige respeto al oyente, pues la cercanía entre transmisor y receptor es muy estrecha para reanimar la vida y los estados emocionales. La gente vinculada debe estar preparada y educada para vencer tantos lugares comunes como insistentes gritos de locutores, verborrea excesiva, olvido musical, por estar hablando en demasía y  pasando por alto la hora, que sugiere movimiento y cambio de ritmo en la emisión.

El Periodismo Radiofónico, de pronto, ha sido visitado por no profesionales de la comunicación; tienen otra especialidad y piensan que hacer periodismo es ir a sentarse, referir peroratas, abrir el micrófono y para adelante; otros se cierran en su cápsula, sin escuchar el juicio exterior, muy valioso para mejorar las ediciones, y no falta quienes hacen casi radio en televisión, por lo que deviene en aburrimiento y genera una falsa concepción del Periodismo, con la complacencia de las entidades deontológicas.

Errar es humano, reflexionaba Aristóteles, auto examinándonos  podemos encontrar nuestros yerros para superarlos y continuar desarrollándonos. La justificación al equívoco es propia de la soberbia, la arrogancia y el orgullo vano, es natural "de la personas autoritarias, fundamentalistas que no aceptan el cambio" sostiene Walter Riso en El Pensamiento Flexible(2010). 

Hace muchos años, el redactor identificado como Plauto en la revista 7 Días, en su columna semanal estableció el premio "Palmas de Oro", para quienes sobresalían, y "Orejas de Burro", para los que deslucían una acción. O sea que las "Palmas de Oro" es el reto constante a seguir, y  evitar juicios equívocos y no ponderados, como el de cierto locutor quien afirmó que la Policía no hacía nada, que los agentes paraban agarrándose las pelotas y las agentes, se agarraban la papaya. Un niño al escuchar, puede colegir que se dedican al deporte y a comer o vender fruta. Lo que no obedece a la realidad.

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