Reconocimiento a Saniel Lozano
La Universidad San Pedro, ha distinguido al docente universitario, escritor, periodista y promotor cultural, maestro de muchas generaciones, Dr. Saniel Lozano Alvarado, por su obra variada, intensa y profunda; ha difundido ensayos, creación literaria, antologías y textos superiores. En compensación recibió premios y distinciones. Avis raris, extraña criatura, sigue alumbrando con la aureola que Dios le ha otorgado. La editorial San Marcos de Lima, difunde en el país, su reciente "Vallejo en anécdotas, para niños y jóvenes".
El libro de énfasis en lectores para edades en las que se conocen las sorprendentes puertas del mundo; y, la de fijación de ideales, valores sociales y culturales, lo es también para la madurez. Estimula las aguas del recuerdo y emoción de una lectura pasada, mejor tratándose del autor de "España aparte de mi este cáliz", que se acoge con sabrosura, simpatía y alegría.
Saniel, ha dejado descansar la categoría andina, pasión crística, compromiso político, la reflexión metafísica y filosófica, para dar paso a un Vallejo, romántico y amante, como el de las reuniones sostenidas en la oscuridad con una dama desconocida y cuyo secreto lo llevó a la tumba. Al partícipe de las bebidas espirituosas y enamorado de pies a cabeza, que con revólver en mano, casi acaba con su vida.
Al agudo calificador de la belleza femenina, a una chica poco agraciada lo bautizó de Greta Garbo; sarcástico con la Policía, cuando detuvieron a sus amigos periodistas e intelectuales con responsabilidades en los medios de comunicación. El agente, molesto, dice y tú serás el Presidente de la República, ¿cómo te llamas? . Yo, me llamo Menocucho, taitito, respondió con cierto pavor.
En otra ocasión, indiferente y burlón de un aristócrata capitalino, Pedro de Osma, a quien le topó, hizo caer sus lentes y otros enseres, en la Biblioteca Nacional. ¿No sabe, quien soy?, le dijo el petulante señor. Yo soy Pedro de Osma; Vallejo lo mira, y manifiesta: Y que culpa tengo yo señor, y siguió su camino. Hay muchas facetas más en la que el escritor pone de manifiesto su conocimiento, ironía y agilidad mental en circunstancias fortuitas y ocurrentes.
El autor tomó el significado de anécdota de Luis de Madariaga: "Relación breve de algún rasgo o suceso particular, generalmente referido a algún personaje notable", conjugado con la acepción de Santiago Vallejo, con una connotación más colectiva, popular y social. Sus fuentes son numerosas, Aparicio Castañeda, André Coyné, Jorge Díaz, Juan Espejo, Ernesto More,Antenor Orrego, Teodoro Rivero, Oswaldo Vásquez y Georgette Phillippart.
Con esta obra, Saniel Lozano Alvarado, ratifica su vena creativa ascendente en la región. Confirma lo que pedía, Julio Garrido Malaver en "El Hijo del Universo", que el nacimiento debía ser un proyecto de vida productiva, con aliento y resplandor eterno, fresco y palpitante.
El libro de énfasis en lectores para edades en las que se conocen las sorprendentes puertas del mundo; y, la de fijación de ideales, valores sociales y culturales, lo es también para la madurez. Estimula las aguas del recuerdo y emoción de una lectura pasada, mejor tratándose del autor de "España aparte de mi este cáliz", que se acoge con sabrosura, simpatía y alegría.
Saniel, ha dejado descansar la categoría andina, pasión crística, compromiso político, la reflexión metafísica y filosófica, para dar paso a un Vallejo, romántico y amante, como el de las reuniones sostenidas en la oscuridad con una dama desconocida y cuyo secreto lo llevó a la tumba. Al partícipe de las bebidas espirituosas y enamorado de pies a cabeza, que con revólver en mano, casi acaba con su vida.
Al agudo calificador de la belleza femenina, a una chica poco agraciada lo bautizó de Greta Garbo; sarcástico con la Policía, cuando detuvieron a sus amigos periodistas e intelectuales con responsabilidades en los medios de comunicación. El agente, molesto, dice y tú serás el Presidente de la República, ¿cómo te llamas? . Yo, me llamo Menocucho, taitito, respondió con cierto pavor.
En otra ocasión, indiferente y burlón de un aristócrata capitalino, Pedro de Osma, a quien le topó, hizo caer sus lentes y otros enseres, en la Biblioteca Nacional. ¿No sabe, quien soy?, le dijo el petulante señor. Yo soy Pedro de Osma; Vallejo lo mira, y manifiesta: Y que culpa tengo yo señor, y siguió su camino. Hay muchas facetas más en la que el escritor pone de manifiesto su conocimiento, ironía y agilidad mental en circunstancias fortuitas y ocurrentes.
El autor tomó el significado de anécdota de Luis de Madariaga: "Relación breve de algún rasgo o suceso particular, generalmente referido a algún personaje notable", conjugado con la acepción de Santiago Vallejo, con una connotación más colectiva, popular y social. Sus fuentes son numerosas, Aparicio Castañeda, André Coyné, Jorge Díaz, Juan Espejo, Ernesto More,Antenor Orrego, Teodoro Rivero, Oswaldo Vásquez y Georgette Phillippart.
Con esta obra, Saniel Lozano Alvarado, ratifica su vena creativa ascendente en la región. Confirma lo que pedía, Julio Garrido Malaver en "El Hijo del Universo", que el nacimiento debía ser un proyecto de vida productiva, con aliento y resplandor eterno, fresco y palpitante.
Comentarios