Oswaldo Reynoso
Oswaldo
Reynoso, (Arequipa 1931), no tuvo un debut oficial auspicioso en la
literatura, los detractores calificaron sus obras de inmorales y hasta
solicitaron el retiro de su título de Educador. Su novela “EN OCTUBRE NO
HAY MILAGROS” (1965), relata diversas historias de la vida real y abarcan el
aspecto social, económico y cultural del país. Por ejemplo, el personaje
Don Manuel es un homosexual millonario, de mucha influencia en las
esferas gubernamentales, a tal punto que ponía y sacaba a los gobernantes y
políticos de la nación. Y Don Lucho, empleado bancario con prejuicios raciales
y quien ante un inminente desalojo de su vivienda, despreciaba la oportunidad
de vivir con los cholos, negros e indios.
Las
acciones suceden en la procesión del Señor de Los Milagros, que convoca
multitudes y pone a prueba la fe de los creyentes. El discurso utiliza un
lenguaje llano , jerga juvenil capitalina, figuras literarias y una estructura
literaria novedosa como la narración de planos diferentes intercalados, para seguir
con mayor cuidado la lectura, interés y atención, el aporte del relato interno
u omnisciente, conforme sucede en la renovación literaria a partir de 1950,
según el maestro Washington Delgado(+).
Don
Manuel, representa a la clase económica social poderosa y alta, su acción es
decisiva para el control político del país; significa la insensibilidad humana,
atropella a los demás con tal de incrementar su fortuna, es la corrupción moral
a l utilizar los servicios sexuales de gente modesta, convencida por el dinero
y poder; es el lado oscuro de la dirigencia de la nación y redunda en la
manipulación personal y de los medios de comunicación para defender sus bienes
y propiedades.
Y fue
silenciado por la crítica literaria, según el investigador Miguel Gutiérrez;
sin embargo el libro es renovador y moderno desde la estructura, utilizando
figuras literarias y rompe con la linealidad hasta jugar con los tiempos y usar
el monólogo interno o narrador omnisciente. A 50 años de su publicación,
el 22 y 23 de octubre, estudiosos nacionales y extranjeros se reunieron
en un Coloquio Internacional para hablar sobre la obra que comentamos y fue
en la Casa de la Literatura de Lima.
El
crítico literario, Segundo Castro García, sostuvo que “aborda diversos aspectos
de la realidad peruana en general y de la vida privada en particular: la fe
religiosa evidenciada en la procesión del Señor de Los Milagros,
una efigie multitudinariamente venerada por los diferentes estratos sociales en
la capital del país, Lima; la homosexualidad, estigma de un potentado; las
prácticas sexuales de unos muchachos de collera en plena procesión; el recurso
del cuerpo de una señorita para superarse socialmente” (En Octubre No hay
Milagros, 50 años después, Ed. Cátedra, Lima 2015).
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