Susanne Noltenius y Eloy Jauregui (En la Feria del Libro)


Los lectores y lectoras  de  Susanne Noltenius, ( Lima 1972),autora de  Crisis Respiratoria (2006), cuentos que hablan de las relaciones personales, cuyo tema común es el amor y el baño de esperanza ante las crisis cotidianas en los diferentes espacios personales, la familia y el hogar; se reencontraron para escuchar la presentación de su nuevo volumen  “Tres Mujeres” (2015), que retrata los tres estados de las damas :divorciada, casada y soltera, en la sala Paco Yunque de la Feria del Libro de Trujillo, el último domingo.
“Es la historia de las mujeres que según las situaciones tienen diversas características; por ejemplo la divorciada es más recatada y más cuidadosa para tomar decisiones; la casada tiene mayor desgaste de energía porque tiene que atender al esposo y a los hijos, ayudarlos, cuidarlos y orientarlos para que su desenvolvimiento en las diferentes esferas de la sociedad sea útil, provechoso y positivo; en cambio la soltera tiene menos presión y sus actitudes las hacen suyas con calma y tranquilidad, fuera de toda obligación personal, social y económica.”
“El texto lo saco a la luz después de 9 años de mi primer libro, lo que me ha permitido evolucionar como persona y escritora a la vez, tomando las sugerencias de la crítica literaria y asimilando  las observaciones de amistades, por lo que ha pulido hasta último momento, incluso en la misma editorial, con el propósito de que los personajes reflejen  un comportamiento adecuado  en cada contexto de la descripción y dentro de su universo vivencial propio”.
“A los escritores y escritoras jóvenes les recomiendo que escriban sin cesar y lean de manera continua a los diversos autores de novela, poesía, drama y comedia, pues la lectura es la materia prima para potenciar la imaginación adherida a las experiencias personales, que se puedan recrear, produciendo nuevas fantasías y verdades literarias para ponerlas a consideración de los lectores y comentaristas especializados, quienes con sus opiniones ayudarán en el camino de la producción y el esfuerzo editorial”.
El reconocido Alonso Cueto refiere que la obra habla de tres mujeres distintas, que respiran con una verdad singular y personal, alimentados por el aliento de sus quehaceres cotidianos. Las relaciones con sus parejas y ex parejas, con los hijos, las amigas, están contadas con un manejo sobrio y preciso de frases cortas y pequeños descubrimientos domésticos. La soledad, las frustraciones, los contratiempos están compensados sabiamente con una ilusión.
Mientras en la sala Primera Instancia, el excelente cronista Eloy Jáuregui, de pluma brillante, enriquecida con giros populares, oraciones sabias y coloridas, refería que su libro “Crema Carnal” retrata la realidad del país, su anarquía, informalidad e ilegalidad. “Habla de la carne, sexualidad y también de la otra carne que es la informalidad en que se mueve el país, su desaliento y también la lucha por la tarea de superar la postración”.
“Mi padre fue librero y en mi niñez tuve la suerte y felicidad de conocer a José María Arguedas, Julio Ramón Ribeyro,  Oswaldo Reynoso, quienes almorzaban los domingos en mi casa, pues mi padre también le entraba a la cocina. La librería era un lugar de concentración de los creadores, escuchaba diálogos profundos, excepcionales, que más tarde me sirvieron como creador. Habían escritores uno más loco que otro, dicho en el buen sentido de la palabra”.
“Hoy he hablado con el poeta Leoncio Bueno, a sus 90 años de edad se encuentra bien y todavía jala (risas del público) he escrito esta crónica en su homenaje; él integró el grupo Primero de Mayo y escribió en el Diario de Marka, en el que me inicié en 1980. Soy lingüista y me interesa el sentido y la interpretación de cada palabra, pero nadie puede asegurar el éxito de un escritor; pues luego de escribir un poema, debemos dejarlo reposar, tomar aire, darle otra lectura y si creemos que es publicable lo guardamos sino lo desaparecemos”.
“Ahora vivo en Cuba y he venido para esta feria junto a otros participantes, quienes nos alojamos en Huanchaco, que parece a Máncora,  aunque con menos fumadores y uyuy hartas gringas (risas de los asistentes). Felicito a los organizadores y les agradezco por haberme invitado. Están todos los que deberían estar; eso es lo importante. Y muchas gracias por su asistencia, ya que como es domingo hubieran estado bailando en una pollada pero han preferido estar con nosotros. Muchas Gracias” (más risas).

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los Días y El Viento

Creencias populares en la obra de Adolfo Alva Lescano

Esthefany Cardoso, vuelve a los escenarios