Las Afueras
Las Afueras del español Luis Felipe Comendador, es un poemario intenso, que hiere el alma y nos sumerge a las aguas más hondas de la pobreza, el dolor y la desesperación. De texto llano, sensible y con utilización de imágenes, denuncia la vida sufrida de los habitantes de los cinturones de la urbe.
Escribe el
autor: Sentarse un par de horas/ dos cuadras más allá de la Plaza de Armas/ con
la mano extendida/ por si algún viandante/ quisiera limpiarse la conciencia/ Y
los niños jugando en la basura, solos/ hasta que vuelva ella/ con un poco de
pan o con nada/.
Narra la
otra realidad de los niños, de las alturas, de los cerros, del Bolongo, Cabras
en la que se acurrucan y juntan, llevados por la ausencia de las necesidades
primarias, de la carencia fea del hambre y peor de vivir cerquita a la ciudad,
a la supuesta civilización y de libertad.
Es
reiterativa y llamada profunda de reflexión, el inicio del libro: Las Afueras, / ese cáncer brutal de las
ciudades/ donde el bullicio olvida a los sin nombre/ más allá del olvido/. La monotonía, la concentración en nosotros
mismos, acaso el egoísmo, la algarabía moderna, impiden apreciar la radiografía
humilde de nuestros vecinos.
Por lo que
una nación, debe reforzar su labor en los más desposeídos para cantarles
esperanzas y sueños de progreso y desarrollo, equilibrar las balanzas
económicas, sociales y culturales, para que la justicia llegue a quienes más lo
necesitan.
Posible en
una modernidad de progreso, con pan, verdor y no sólo de cemento y ladrillos,
exenta de la negativa obsesión de ser más y tener más por encima de quien sea.
“La verdadera modernidad está fundada en valores, líderes y paradigmas”, anota
el estudioso, Jorge Chávez Álvarez.
El libro se presentó la
segunda semana de febrero en el Paraninfo de la Universidad Nacional de
Trujillo, a cargo del Centro Cultural de la UNT, lo que antes era Proyección
Social. Comentó el reconocido Beethoven Medina, realzando los aportes
literarios y su dimensión en el tiempo y la sociedad.
La institución cultural, lo
regenta el Vice Rectorado Administrativo, en la persona del docente Juan
Villacorta, quien estudió en la citada casa académica, destacando como alumno
al ganar el primer premio en los Juegos Florales, Facultad de Educación, 1986,
conforme se lee en Literatura 5, julio 1986 UNT.
Destacamos la
responsabilidad y efectiva labor de Alejandro Benavides y Carlos Santa María a
cargo del Centro Cultural, en esta tarea inicial, que será tal vez el preámbulo
de las que continuarán, realzando la imagen universitaria, intelectual y de los
profesionales que transmiten su aporte a la sociedad.
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