Color, Candor y Poesía en Huamachuco
Aristóteles Cruz Ledesma (Huamachuco 1953) se dedica a la pintura, literatura y música; es multifacético, ha tenido la gentileza de remitirnos parte de su material para comentarlos en las redes sociales; se desenvuelve en la docencia en su tierra amada, forjando a los nuevos ciudadanos, aquellos que con mayor sensibilidad, serán mejores.
Color,
Candor y Poesía (2019) es una valiosa muestra de pintura poética; cada cuadro
es interpretado y valorado en la inspiración literaria, resultando un valioso
complemento; que lógico, demanda mayor concentración para una disposición
acorde entre la figura y su traducción escrita con el corazón y el alma, ante
un paisaje natural y humano.
El Ave En El
Girasol, es un reconocimiento y agradecimiento a Dios por darnos la vida. “Es
grandiosa tu creación/ y al entender, me falta razón/y sólo quiero pedirte
Señor/ ¡bendice al ave y girasol! Sintonía entre la flora y la fauna, que
brindan buena vibra, ya que el girasol, elimina la energía negativa y el
avechucho, produce paz y tranquilidad.
Igual
presentación tienen: Paloma En El Tunal, “Dueña y señora, la paloma posada con
garbo en el tunal, no importa el día o la noche, ella está ahí para vigilar”.
Limas En La Planta, significa el recuerdo a la amada, “como esa china palangana
que está en mi corazón”. Tunas Del Olivo”, es aquel fruto que nace sólo en
tierra fértil, sin palanganada.
La fe, aquel
sentimiento que brinda seguridad y fortaleza ante el mundo, teniendo la
certeza, que es lo que no se ve, lo grafica con El Rostro Del Nazareno, “tiene
mirada escrutadora que penetra hasta el alma y es tan tierno y sereno. Cuando
siento que me mira, algo hermoso me invade como una dulce caricia perfumada y
muy suave”.
La belleza
femenina del ande, crece en Reflejos de Felicidad, una dama ataviada de
sombrero, ojos claros, trenzas, aretes vistosos y su inconfundible ropa
colorida de tonos suaves y fuertes. “Muestras cuando sonríes campanitas de
cristal, y tus labios me parecen retacitos de coral. En tu carita rosada veo
reflejos de felicidad…”.
También está
la que labora y continúa la tradición familiar en los usos y costumbres, a
través de Mujer Hilandera, quien elabora las prendas para enfrentar al frío
intenso de la sierra. “Me siento enamorado de una linda hilandera, ella es
huamachuquina y es potaje de primera. En las noches ya no duermo ella me ha
quitao el sueño…”.
Le sigue,
Niña Hilandera, imagen en primer plano enseñando rueca, su ropa típica ante el
verdor de la naturaleza, los andes grises y el cielo celeste. Desde temprano
aprenden los oficios que redundan en bien de la economía y felicidad familiar. ”Es
costumbre en la sierra y las niñas del campo, aprender de sus mayores los
secretos del hilado”.
Completan
esta exhibición, entre otros, Huanquillo Enamorado, danzantes que se lucen en las fiestas
patronales, eventos para revalorar la cultura o destacar las efemérides
trascendentales del pueblo. De tal modo que el continum de la música y bailes
tradicionales se acentúan con el tiempo, igual que la tradición oral, de padres
a hijos.
Dice el
poeta: “esa frescura que hay en tu voz esa brisa que arrulla el pajonal, tus
lindos ojitos me hacen soñar, yo soy un huanquillo de mucho andar”. El libro
permite conocer la cultura de una ciudad que emerge cada día y lucha para reivindicar a sus escritores y
pintores, a la par, historiadores,
escultores, músicos, cantantes; también usos y costumbres.
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