El Amor Nunca Muere

 Jorge Pérez Tarrillo, migró a la capital para desarrollar su vida intelectual, terminó una maestría en la Universidad Católica, especialista en desarrollo social y su inclinación por las letras, lo cultiva desde secundaria, época en la que ganó un concurso nacional. Estos días de pandemia, espiritualmente nos fortalecemos, conversando; prepara material para otro libro, y he vuelto a uno de sus textos anteriores.

En su tercer libro “Melodías En MI Mayor”, Jorge Pérez Tarrillo continúa hablando del amor, tema iniciado en anteriores volúmenes “Cuentos Para Amar” (2012) y “Conversando Con El Escritor” (2013). El afecto es requerido en las diversas instancias del ser humano; otros temas son la inspiración, el rol del padre de familia, y la defensa de la patria en el entorno social.

La Poesía

Rogelio Gallardo, sentía la poesía como un pozo hondo y sin fin (Momento, Trujillo 1979) y para Jorge Pérez es un estímulo: “Tú nos haces vivir eternamente/ Levantas nuestra cara del dolor/ Y llenas todo con amor” (pág. 9). Su razonamiento alcanza sapiencia y profundidad filosófica, concluyendo que la creación es consustancial al desarrollo del hombre y la mujer, indaga ¿Qué haríamos sin ti poesía?, ¿acaso papeles desechables al olvido?

El Amor 

Es una expresión de vida y realización como los tesoros que brotan de la bondad del corazón, tan necesarios para afinar la sensibilidad y entender el universo de modo diferente dando lugar a la solidaridad, comprensión y ayuda mutua, sabiendo que somos sustancias diminutas con plazo de existencia y que de ninguna manera la eternidad rige nuestros días, por eso “El amor da sentido a la vida y nunca muere” (pág. 80).

El Poeta

Si el pintor es el artista del paisaje y figura; el poeta lo es de la palabra, juega con las letras, las re descubre y reinventa basado en el conocimiento, experiencia personal y social para lograr mensajes edificantes, constructivos, de mejor disposición en la realización de las actividades cotidianas y en la relación con los demás congéneres, lo define “Eres el espíritu humano/ que todos admiramos/ con profundo sentimiento/ de tu alma clara y diáfana/ guías al rumbo de la felicidad” (pág. 10).

 

Este hacedor del color hermoso de la palabra realiza una vida meditativa, cogitativa, muy pensante, tal vez idílica; sin embargo, debemos ser soñadores, inquietos, nadar contra la corriente, luchar contra el marasmo, la pereza mental, para cambiar el estatus quo y lograr un sistema positivo y pleno, por lo que asume una probabilidad vital y de proyección. “Soy todo lo que puedas ser en tu existencia/ de infinitas conquistas en el universo” (pág. 13).

 

Igual a los existentes de carne y hueso, los poetas también llegan a su término; al final, para rendir cuenta a Dios de los actos positivos y negativos, de lo trajinado en el dolor y la gloria, en la alegría y el llanto, en el barro y el oro; pero lo que cuenta son las buenas acciones del yo para con los demás, ese es el mejor recuerdo y el signo de adhesión, consideración y transformación. “Quería cambiar el mundo/ con sus sueños/ y nadie le siguió/ y solo quedaron sus versos/ como una oración”. (pág. 11).

Rol de los padres 

Los padres siempre muestran preocupación en el devenir de los vástagos, desde el nacimiento hasta la adultez y tutelan hasta que Dios los llama. Y cuando somos conscientes de haber abrazado a los hijos, conversado y escuchado sus inquietudes, tenemos la certeza que ya poseen cierta solidez y madurez para enfrentar los desafíos en el tiempo y todo haría indicar que serán hombres y mujeres de bien ante la sociedad, producto de la enseñanza y educación.

 

Y es muy cierto lo que manifiesta García Lorca en Yerma (1934) “Tener un hijo no es tener un ramo de rosas, hemos de sufrir para verlos crecer”. Mientras, el escritor señala que su hijo es “firme como un árbol que da fruto/ me recostaré a tu lado con placer/ para sentir tu sombra con vitalidad/ se firme a la hora de la prueba/ se generoso con el que más te necesita/ devuelve con un gesto de amor/ todo el bien que hicimos por ti”. Es decir, un ser correcto y justo en su manera de obrar.

 La Defensa de la Bandera y la Patria

Uno de los símbolos mayores es la bandera y a ella le canta el bardo, asociándola con la patria. Traduce la defensa de los héroes que se inmolaron en su defensa y señala la identificación ante los otros países de Latino-américa y el Continente, es la libertad de los peruanos, por ello “a respetarla y defender con honor/ en la paz y en la guerra flamea orgullosa/ es mi bandera la que nos guía con valor”.

 

Melodías En Mi Mayor” (Ed. ONG Incas, Lima 2014, 105 pp.) aunque es un título musical que cifra la tercera nota de la escala, se refiere a un poemario del autor laredino Jorge Pérez Tarrillo (1955), antropólogo y magíster en sociología. Prosigue reflexionando sobre el amor en las diversas esferas de las personas, saga iniciada en sus dos anteriores textos. Centra su reflexión con hondura y transparencia en la inspiración, la patria y el escritor; refiriéndose también al maestro y a la autora de sus días.  


Comentarios

AGUSTÍN CARLOS ALVA BAZÁN ha dicho que…
Muy bien descrito estimado Juan Castro García; Jorge Pérez Tarrillo, sin lugar a dudas, es un buen referente de nuestra literatura que trasciende más allá de nuestras fronteras, eso hace de su producción literaria merecer un lugar obligado en el plan lector local. Gracias Jorge y Juan por la riqueza que comparten. DIOS los guarde en todo momento.

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