Antropólogos y Conflictos Sociales

Los antropólogos son preparados para entender la cultura de las personas, se introducen a sus usos, costumbres, decires y los entienden de una manera amplia, para poder opinar con firmeza y base de información; por ello ante los conflictos sociales, luchas internas, problemas entre la patronal y sus trabajadores, el antropólogo actúa como mediador y dá a conocer que es lo más conveniente para ambas partes.

De tal modo que no se afecte la producción por paralizaciones, a veces por falta de entendimiento y convicción de una o de otra parte. Por ello es muy cierto lo expresado la primera quincena de marzo por el especialista, Jefe de Adjuntía para la Prevención de Conflictos Sociales y la Gobernabilidad, Rolando Luque Mogrovejo, en el sentido que ahora las empresas vienen contratando antropólogos para la solución de sus conflictos.

La formación de los aludidos profesionales en las universidades, demanda una currícula amplia del conocimiento de la realidad social, de la particularidad de la cultura, que es justamente el meollo para poder trabajar con las comunidades del país; pues debemos saber que cada elemento tiene sus propias denominaciones y aplicaciones en la vida diaria, variando, cambiando según una y otra organización social.

El Dr. Órlando Velásquez Benites, rector de la Universidad Nacional de Trujillo, y ahora responsable de la Asociación Nacional de Rectores, solía decir a sus alumnos, que así como el médico cura a las personas, el antropólogo también era el médico de la sociedad, porque curaba los males sociales.

El cotizado, Julio Cotler, que anda muy bien en la antropología, hizo un análisis político social del Perú y anunció que el próximo presidente de la nación sería Ollanta HUmala, cuando andaba en cuarto o quinto puesto y adelante iban Toledo, Keiko y Castañeda, los analistas políticos, sonrieron.

Ahora, Ollanta HUmala lidera las preferencias electorales del país, significa que tiene visión, gracias a su experiencia y capacitación profesional; es decir que el antropólogo tiene una visión global, amplia y no sesgada, la riqueza está en obtener la sabiduría de las comparaciones y, por supuesto, conocer la idiosincracia, la manera de pensar de las personas.

Puede que no gane Ollanta, pero podemos concluir, que hubo un acercamiento muy marcado y difinitorio con el problema planteado. A los colegas que se debaten en las minas y en otros poblados, nustro saludo y a seguir bregando por comprender la sociedad y solucionar los problemas sociales, pues cambiando el hombre también cambia el mundo.

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