Watanabe sigue influyendo con su literatura

José Watanabe, de Laredo para el mundo

Ahora, estás en el lugar que Dios, ha reservado a los mejores hombres de la tierra. Y te seguimos recordando en este paisaje terrenal. Tus versos pulidos con sabia paciencia y mucha maduración; tus inspiraciones nocturnas hasta el alba, sabían de los preciosos cristales que limpiaban las mejillas. Todo por amor, por inmenso amor a las letras y poesía, hasta dejar sin aliento al alma creadora, hasta desmayar con gozo acariciando la computadora, para transmitir aquellas síntesis de vida, de afecto, de tristeza, melancolía o gloria de las personas de carne y hueso.

Hace muchos años, cuando el humo de la fábrica todavía era negro, estabas alegre, alborotado, tremendamente feliz y con varios cigarros en la boca. Corrías de un lado a otro, coordinando, ayudando a los actores naturales y profesionales para que interpreten bien su rol. Contento, regresaste al Laredo de tus quereres; lo hacías ya profesional y con mucho cartel. Esta vez con el guión de "Ojos de Perro", el chema Salcedo, otros limeños y trujillanos como Alejandro Benavides, Berta Malabrigo, Lucho Bocanegra, que revivieron la lucha de los sindicalistas contra la opresión, que enfrentaron la libertad al oprobio ciego y arbitrario. Los primeros años de la anarquía y la lucha sindicalista, que fue el despertar bueno para los asalariados.

Dicen que ese chino, es poeta, me dijo mi hermano Segundo, cuando todavía no huía a Huaraz. Y que ha ganado el Poeta Joven del Perú. Los dos mirábamos desde la ventana antigua de la casa del hermano mayor Hipólito. Fuimos testigos de todos los ajetreos fílmicos. Después, con los años, supimos porque no se despegaba de Walter Marquina, habían sido amigos desde la niñez. A partir de ahí, nos interesamos de tu obra, de tu vida y obra. Eras la mejor bandera intelectual del pueblo, eras y sigues siendo la mejor luz blanca que ilumina eternamente los corazones de amistad y sabiduría en la ciudad dulce.

Para tu llegada a la comunidad, Gerson Ramírez, aún presidente de la Asociación Universitaria, hizo el convite y se agrandó la idea con la participación de otras instituciones. Se hizo toda una actividad cultural; tuviste buen recibimiento, si me hubieran hecho caso, con la banda de música, estaría mejor. De noche y amansado por los surcos dulces de la caña y la valentía de mi cabeza para protegerse del inclemente sol; medio aletargado, recordé el entusiasmo de tu hermano para brindar cada vez que te veía en los periódicos de la capital, llenando de orgullo a la familia y al pueblo. Después aprendiste a venir más seguido, y con ello también el reconocimiento y saludo del caso.

Me queda más ayeres en el sentimiento, que verán la luz, después. Hoy quiero contarte que Papel de Viento ha editado Älbum de familia, cosas del cuerpo y habitó entre nosotros", tres de tus valiosos textos en uno solo. "Album de Familia", que mereciera en 1970 el primer premio del Poeta Jóven del Perú, (compartido con Cilloniz), habla del enamoramiento, música, de la vida cotidiana, con esa inocencia pueblerina que raya con la candidez; es decir como si fuera en broma y en serio. En realidad es una actitud contestataria, irreverente al sistema vigente, porque se vive en un desorden generalizado, sin respetar las normas establecidas.

Por lo que no es casual, iniciar el libro con Marc Chagall, (Moshe Shagal: 1887-1985), pintor ruso, cuyos personajes no respetan las leyes de la gravedad y vuelan por los aires. O sea hay desorden, esta es su fuente de creación. Dice el bardo: "...Chagal ha detenido su largo vuelo sobre mis libros, viene de sobrevolar los campos y las aldeas, ha estremecido los árboles, ha derribado los frutos, la manzana, que descalabró los ojos miopes de Sir Isaac Newton. Le digo que no crea/ que yo también entreveo la posibilidad de volar, de caminar por el cielorraso/ de invitar a las muchachas/ a mirar la ciudad desde arriba./ Chagal sonríe y sabe que un hombre cauto/ no puede huir de la cordura..."

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