Año nuevo, vida nueva
Miramos el nuevo
horizonte 2023, y esperamos que sea fructífero. Con el panorama
político brevemente despejado y calmada las aguas de protesta, se retorna otra
vez a la tranquilidad, esperando que se mantenga -aunque en el sur, la paralización a partir del 4 de enero- por el adelanto de las elecciones y
en memoria de las personas caídas en los enfrentamientos, ha sido la excepción, aunque afecta a la misma población.
La corrupción, no tiene cabida
en una nación democrática y justa. Las empresas
y el capital son fundamentales para el desarrollo, crean fuentes de
labores y movilizan a la población; son alentadoras la libre competencia e igualdad
de oportunidades.
Así como los trabajadores,
tienen responsabilidad en sus funciones; de igual manera los inversionistas pagan
sus impuestos, ayudan al crecimiento nacional y al bienestar del país.
Y la legislación debe ser precisa
y clara en el tema. Los errores advertidos, enseñan a elegir buenos candidatos y
de consenso, de modo que la mayoría no se sienta defraudada y al margen de la
gobernabilidad.
El historiador Jorge Basadre Grohmann (1903-1980), escribía que el Perú es un problema pero también una posibilidad.
Dificultades en diversos aspectos. También paisajes de esperanza, a crecer con el brillo del sol, con una conciencia transparente, y actitud decidida a navegar en el mar y vencer a las olas desafiantes de la vida.
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